Hay noches que son todas las primaveras. Te dedico mi última tentativa por continuar vivo: RescatAcción número Primordial y Predilecta sin tapujos ni mónadas recalcitrantes a tu saqueo exquisito: Para llevar a cabo el siguiente experimento crucial para un desarrollo cognitivo y burbujeante homologable con la dicha jubilosa, se necesita que tú te lo propongas heroicamente, y que tu compañía se adhiera sincrónicamente a tu destello que con el suyo al unísono es un magnífico resplandor aleccionador. Sujetarás por la cintura con tacto y dulce pacto a tu pareja deslumbrante. La maravilla siempre emana brillos que no podemos creer. Luego tu mano engarzará la suya. Se harán una caricia exploradora, diez dedos embalsamados de ternura. Muy importante, no abrir el pico bajo ningún sobresalto. La comunicación será de cuerpos giratorios y ondulantes y de ojos hechizados. La mirada tuya estará en la de ella y la de ella estará en vuestro prodigio inenarrable. Vuestro ser se compondrá de música y distancia anulada. Vuestros pies levitarán en un balanceo de pieles desasidas. Los corazones se habrán transformado en colibríes cuya fragilidad responderá a todos tus latidos. Muy recomendable para estados de desánimo sin tiritas y para personas con tendencia a ojeras de sábanas presidiarias. Su práctica habitual le abocará a paraísos y ascensiones a picos con panorámicas que quitan los derrumbes más enconados…
Hay noches que son todas las primaveras.
ResponderEliminarTe dedico mi última tentativa por continuar vivo:
RescatAcción número Primordial y Predilecta sin tapujos ni mónadas recalcitrantes a tu saqueo exquisito:
Para llevar a cabo el siguiente experimento crucial para un desarrollo cognitivo y burbujeante homologable con la dicha jubilosa, se necesita que tú te lo propongas heroicamente, y que tu compañía se adhiera sincrónicamente a tu destello que con el suyo al unísono es un magnífico resplandor aleccionador.
Sujetarás por la cintura con tacto y dulce pacto a tu pareja deslumbrante. La maravilla siempre emana brillos que no podemos creer. Luego tu mano engarzará la suya. Se harán una caricia exploradora, diez dedos embalsamados de ternura. Muy importante, no abrir el pico bajo ningún sobresalto. La comunicación será de cuerpos giratorios y ondulantes y de ojos hechizados. La mirada tuya estará en la de ella y la de ella estará en vuestro prodigio inenarrable. Vuestro ser se compondrá de música y distancia anulada. Vuestros pies levitarán en un balanceo de pieles desasidas. Los corazones se habrán transformado en colibríes cuya fragilidad responderá a todos tus latidos.
Muy recomendable para estados de desánimo sin tiritas y para personas con tendencia a ojeras de sábanas presidiarias. Su práctica habitual le abocará a paraísos y ascensiones a picos con panorámicas que quitan los derrumbes más enconados…